Laboral & Personas

Empresas IPSA informan 311 ejecutivos principales, y sólo 44 (14%) son mujeres

Tan sólo tres firmas tienen una mujer en la gerencia general y hay siete compañías que no informan ninguna ejecutiva en su alta gerencia.

Por: Teresa Espinoza | Publicado: Jueves 24 de noviembre de 2022 a las 11:24 hrs.
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Marta Colet, gerenta general de Aguas Andinas, Rosaline Corinthien, gerenta general de Engie Energía y Catalina Silva, gerenta general de Oro Blanco
Marta Colet, gerenta general de Aguas Andinas, Rosaline Corinthien, gerenta general de Engie Energía y Catalina Silva, gerenta general de Oro Blanco

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Apenas 44 de 311 ejecutivos principales. Un 14%. Ese es el espacio que ocupan hoy las mujeres en la alta gerencia de las empresas más importantes que transan acciones en Chile, de acuerdo a un estudio realizado por la consultora Humanitas.

Hay tres empresas que tienen gerenta general: Marta Colet, en Aguas Andinas; Rosaline Corinthien, en Engie Energía, y Catalina Silva, en Oro Blanco.

“Las mujeres aún no tienen presencia relevante en ámbitos más “duros” relacionados con el negocio puro”.
Ornella Bono, socia directora de la consultora Humanitas.

Y siete compañías, según el informe, no tienen ninguna mujer en su alta gerencia, o al menos no aparecen en la información que entregan tanto a la Comisión del Mercado Financiero (CMF) como en el kit de sus Investor Relations. Estas son: Cencosud Shopping, Compañía Sudamericana de Vapores, Embotelladora Andina, Enel Américas, Inversiones Aguas Metropolitanas, Ripley Corp. y Sonda.

En contraste, las empresas con una presencia de mujeres mayor al 20% son Aguas Andinas, CMPC, Empresas Copec, Enel Chile, Oro Blanco, SMU y SQM.

Hoy hablamos de tener más mujeres en los directorios, pero ¿cómo vamos a tener mujeres directoras si no tienen presencia relevante en los cargos gerenciales?”, pregunta Ornella Bono, socia directora de la consultora Humanitas, de Cornerstone International Group.

Otros hallazgos del análisis son que nueve (20%) de las ejecutivas son extranjeras y provienen de diversos países; y al menos 24 (55%) tienen un magíster o MBA. La edad promedio es de 48 años y su antigüedad promedio en el cargo es de seis años.

Aparte de las tres gerentas generales, las gerencias más ocupadas por mujeres son recursos humanos (27%), administración, auditoría y finanzas (20%), sostenibilidad, medio ambiente y comunidades (12%), asuntos corporativos y comunicaciones (12%) y legal, compliance y gobierno corporativo (10%).

Ornella Bono explica que el estudio fue realizado con la información entregada por las empresas a la CMF hasta septiembre. “Consideramos que la diversidad e inclusión es un tema clave para las organizaciones y para el desarrollo de la sociedad en su conjunto, por lo que creemos importante promover una reflexión colaborativa sobre esta materia. Ello nos llevó a medir los avances y tener una visión basada en datos sobre los avances y desafíos que se nos presentan”, señala.

-¿Qué resultados les parecieron más sorprendentes?

-Sin duda sorprende que la mayoría de las mujeres en estos cargos se desempeñan en espacios que se han abierto en los últimos años, como en comunicaciones, asuntos corporativos, sostenibilidad, medio ambiente y comunidades. Además, se consolidan en el área de personas y recursos humanos. Esto muestra que Las mujeres se han posicionado en los nuevos espacios, pero no necesariamente han logrado ocupar roles en las áreas core del negocio.

-¿A qué atribuyen que haya empresas en las que no hay mujeres en cargos de alta responsabilidad?

-Respecto de las empresas que no tienen mujeres hay que tener ciertas consideraciones. Por ejemplo, algunas de ellas, si bien no informan mujeres en cargos gerenciales, si tienen una alta participación femenina en sus directorios. 

El desafío es claro: hay una enorme oportunidad de incluir mujeres en cargos gerenciales. ¿Cómo hacerlo? Primero, promoviendo un ambiente que facilite el desarrollo de carrera femenino, pero eso no es posible si la organización se limita al greenwashing y no hace suya la necesidad de tener diversidad en todos sus niveles.  

Parece relevante liberarnos de ciertos sesgos y paradigmas que impiden implementar los cambios profundos que se requieren y entender la importancia de integrar este tema como un eje estratégico de la empresa. Debemos pasar más allá de conocer las bondades de la diversidad, y entender que sin ella será imposible que las organizaciones se adapten con éxito a los escenarios futuros.

En el caso de las empresas de consumo, llama la atención la falta de mujeres, ya que son ellas las que toman las decisiones de compra de manera creciente.

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